NOVIEMBRE

NOVIEMBRE: No voy a privarme de tomar un ibuprofeno un martes por la mañana, ni de pasarme cuatro días a la semana quejándome de rutinas desagradables, y tampoco voy a dejar de ambientarlos con canciones pesimistas. Eso sí. Voy a esperar que un solo ibuprofeno surta efecto, que el día esté cargado de risas, y puede que a ratos me dé por escuchar alguna de esas canciones que quieren que una se sienta bien por muy mal día que (aparentemente) tenga. Y me voy a sentir bien. Y probablemente no me disculpe por ello. Y de viernes a domingo seguirá haciendo frío. Pero frío contigo.